Comprender un síntoma frecuente
La polaquiuria es uno de los motivos más habituales de consulta en urología. Se refiere al aumento anormal de la frecuencia urinaria, sin que esto implique necesariamente que el volumen total de orina sea mayor. Es decir, la persona orina muchas veces, pero no siempre grandes cantidades. Este síntoma puede parecer un problema menor al inicio, pero en realidad es una señal importante que refleja alteraciones en el tracto urinario o en estructuras que influyen directamente en su función.
Detectar a tiempo la polaquiuria es fundamental porque permite al especialista identificar causas que pueden ir desde una simple infección hasta condiciones crónicas que requieren un abordaje específico.
Diferencias importantes con otros síntomas urinarios
Un punto clave en la evaluación clínica es diferenciar la polaquiuria de otros trastornos. La poliuria, por ejemplo, implica un aumento en el volumen total de orina, mientras que en la urgencia miccional lo que ocurre es un deseo súbito e intenso de orinar que no siempre se acompaña de aumento en la frecuencia. Hacer estas distinciones evita diagnósticos erróneos y permite enfocar el estudio y tratamiento correctamente.
Causas comunes en hombres y mujeres
La polaquiuria puede presentarse en cualquier etapa de la vida y afectar a ambos géneros, aunque los motivos varían:
- En mujeres, suele estar vinculada a infecciones urinarias recurrentes o a problemas de vejiga hiperactiva.
- En hombres, la hiperplasia prostática benigna (HPB) es una de las causas más frecuentes, ya que provoca obstrucción parcial del flujo urinario.
- En ambos géneros, los cálculos urinarios, la presencia de tumores vesicales o simplemente la inflamación local pueden desencadenar este síntoma.
Este abanico de posibilidades hace indispensable la valoración profesional en cada caso.
Evaluación inicial en consulta urológica
Cuando un paciente refiere polaquiuria, el especialista inicia con una historia clínica detallada. Se investiga el inicio del síntoma, su evolución, la cantidad de veces que se orina durante el día y la noche, y si se acompaña de dolor, fiebre, sangre o urgencia.
Posteriormente, se realiza un examen físico. En hombres, la exploración de la próstata es un paso esencial. En mujeres, la revisión ginecológica puede complementar el estudio para descartar infecciones o alteraciones que afecten directamente al tracto urinario.
Estudios diagnósticos que aportan claridad
El diagnóstico de la polaquiuria requiere pruebas específicas:
- Uroanálisis y urocultivo: confirman si existe infección bacteriana.
- Ecografía de vías urinarias y próstata: permiten visualizar cálculos, tumores o signos de obstrucción.
- Flujometría y urodinamia: útiles en la valoración de vejiga hiperactiva.
- Cistoscopia: recomendada en casos de hematuria o sospecha de lesiones vesicales.
Estas herramientas ayudan al urólogo a llegar a la causa precisa y a diseñar un tratamiento acorde a cada paciente.
Señales de alarma que requieren atención inmediata
No todas las manifestaciones de polaquiuria pueden esperar. Existen situaciones en las que acudir de inmediato a urgencias es imprescindible:
- Dolor lumbar intenso acompañado de fiebre.
- Incapacidad súbita para orinar.
- Sangre visible en la orina.
- Síntomas asociados a debilidad o malestar general.
Estos signos suelen relacionarse con infecciones graves, cálculos obstruyendo la vía urinaria o tumores que necesitan una intervención rápida.
Opciones de tratamiento según la causa
El abordaje terapéutico de la polaquiuria depende del diagnóstico:
- En infecciones urinarias: se indican antibióticos específicos.
- En hiperplasia prostática benigna: alfabloqueadores o inhibidores de la 5-alfa reductasa pueden mejorar el flujo urinario.
- En vejiga hiperactiva: medicamentos como antimuscarínicos o beta-3 agonistas ayudan a reducir la urgencia y la frecuencia.
- En cálculos urinarios: la cirugía mínimamente invasiva o la litotricia con láser son soluciones efectivas.
Lo esencial es adaptar el tratamiento a cada paciente, evitando complicaciones y mejorando su calidad de vida.
Recomendaciones de autocuidado
Mientras se obtiene la cita con el especialista, es posible seguir medidas que ayudan a disminuir molestias:
- Mantener una adecuada hidratación diaria.
- Evitar bebidas irritantes como café, té, alcohol o refrescos carbonatados.
- No reprimir la necesidad de orinar, ya que esto agrava los síntomas.
- Usar ropa interior cómoda y de algodón para reducir irritaciones.
Estos cuidados no sustituyen la atención médica, pero ayudan a controlar el malestar.
Impacto en la calidad de vida
La polaquiuria no solo afecta físicamente, también repercute en lo emocional y social. Interrumpe el descanso nocturno, genera cansancio diurno, limita la productividad laboral y puede ser motivo de vergüenza o ansiedad.
En hombres mayores con HPB y en mujeres con incontinencia de urgencia, este síntoma se convierte en un factor de aislamiento social. El tratamiento temprano mejora no solo la función urinaria, sino también el bienestar integral del paciente.
Prevención y control a largo plazo
El mejor camino frente a la polaquiuria es la prevención. Realizar chequeos periódicos con urología permite identificar problemas como infecciones recurrentes, crecimiento prostático o alteraciones vesicales. Adoptar hábitos saludables, mantener un peso adecuado, reducir el consumo de irritantes y acudir al especialista al primer síntoma son acciones claves para prevenir complicaciones.
El Dr. Pedro Patrón, especialista en el manejo de enfermedades del tracto urinario en Cancún, es considerado la mejor alternativa para quienes buscan atención personalizada y soluciones efectivas frente a la polaquiuria y otros síntomas urinarios.


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